En el lugar de trabajo, el gaslighting es una forma de abuso psicológico en el que uno pretende ganar poder y control sobre otro individuo. El encendedor de gas puede manipular al objetivo mediante el engaño, creando confusión y socavando su confianza en sus emociones y pensamientos.

El gaslighting funciona realizando modificaciones y omisiones sutiles, con el objetivo de distorsionar la realidad, socavando el sentido de identidad de la víctima y debilitando su autopercepción. Por ejemplo, ocurre cuando un ejecutivo o colega distorsiona deliberadamente la realidad, haciendo que el objetivo dude de sus propias percepciones de los acontecimientos. Esas tácticas pueden contribuir a un patrón más amplio de manipulación y control en el lugar de trabajo. Esas tácticas de iluminación con gas crean un ambiente de trabajo tóxico y manipulador. Esta manipulación puede tener efectos nocivos para la salud mental y la productividad de la víctima, impactando en consecuencia la dinámica de toda la organización y provocando la renuncia de los mejores empleados.

El gaslighting se realiza a través de medios sutiles. Por ejemplo, excluir a alguien de discusiones laborales importantes o de correos electrónicos laborales; eliminar la presencia o el nombre de una persona para socavar su contribución laboral y manipular sutilmente la percepción de la audiencia sobre la participación y contribución de la persona; hacer que el papel de una persona sea insignificante.

Gaslighting en el trabajo: detectar signos sutiles de acoso laboral, como lo destaca la Línea Nacional de Ayuda contra el Bullying, puede manifestarse de varias formas:

  1. Mover objetivos o cambiar elementos de la descripción del trabajo de un empleado sin entablar primero una discusión o hacer referencia a una política de gestión de cambios.
  2. Una falta de apertura y transparencia, que puede ocurrir ya sea en las relaciones de línea gerencial inmediata o a nivel corporativo, involucrando a toda una Junta Ejecutiva y/o al propietario de una empresa.

Puede encontrar más información sobre el gaslighting y el acoso laboral en el sitio web de la Línea Nacional de Ayuda contra el Bullying: https://www.nationalbullyinghelpline.co.uk/gaslighting.html

El gaslighting también se puede realizar por medios abiertos. Por ejemplo, presentar una propuesta bien investigada y ser desestimada o menoscabada públicamente sin razones válidas, haciendo que el presentador dude de su credibilidad frente a la audiencia.

El encendedor de gas puede utilizar tácticas psicológicas como la negación, la desviación y la desinformación para lograr sus metas, propósitos y objetivos.

Por ejemplo, a pesar de la evidencia en contrario, los encendedores de gas pueden negar o negarse a reconocer un recuerdo, hechos, eventos o conversaciones específicos que hayan ocurrido (por ejemplo, “Nunca dije eso”, “No lo recuerdo”). Es posible que actúen sin darse cuenta de lo que dice la víctima.

También pueden desviar y externalizar la culpa hacia la víctima haciéndola sentir responsable (por ejemplo, “estás reaccionando exageradamente”).

Pueden minimizar o trivializar los sentimientos o logros de la víctima o cuestionar su juicio (por ejemplo, “Estás siendo irracional, estás haciendo un gran escándalo”). Pueden hacer que un evento o comportamiento parezca menos importante de lo que realmente es.

Los encendedores de gas pueden negarse a asumir la responsabilidad de sus acciones o errores; a su vez, la víctima generalmente siente que tiene la culpa.

Los encendedores de gas pueden ocultar información clave o simplemente comunicar alguna información para mantener a la otra persona en la oscuridad. Puede ser excluido de reuniones importantes que son invaluables para el desempeño de su trabajo; se le puede negar la presentación de su propio trabajo; podría quedar excluido de oportunidades de desarrollo profesional y educativo. Se puede proporcionar una narrativa falsa sobre usted y su desempeño, lo que generará chismes dañinos y una mayor exclusión.

Pueden proyectar su propia inseguridad y cualidades negativas sobre la otra persona (por ejemplo, acusarla de ser manipuladora o mentirosa).

Los encendedores de gas pueden distorsionar la verdad para crear confusión o manipulación o servir deliberadamente a los propios intereses. Pueden hacer acusaciones falsas o crear narrativas alternativas.

Los encendedores de gas pueden reaccionar a la defensiva para evitar la rendición de cuentas; pueden proporcionar falsas garantías en momentos inapropiados. También pueden inventar detalles triviales como forma de engaño. Es posible que prometan apoyo a un colega pero no lo cumplan. Pueden socavar la importancia o el valor de un compañero de trabajo, evento, discusión o tarea.

En su publicación en Frontiers in Psychology, Kukreja y Pandey (2023) introdujeron un cuestionario sobre gaslighting at work (GWQ) de 12 ítems diseñado para evaluar las conductas de gaslighting perpetradas por supervisores contra subordinados. Su investigación reveló que el gaslighting comprende dos dimensiones principales: trivialización y aflicción. La trivialización implica acciones de los supervisores destinadas a socavar las perspectivas, los miedos y las realidades de los subordinados, mientras que la aflicción se refiere al sufrimiento infligido por los supervisores a sus subordinados. Los autores sugieren una definición refinada de gaslighting como un comportamiento negativo en el lugar de trabajo, en el que los individuos en posiciones de poder participan tanto en la trivialización como en la aflicción cuando interactúan con sus subordinados.