Existen varios miles de minerales conocidos en la naturaleza, pero de todos ellos menos de 100 se consideran de calidad gemológica.

Para que un mineral sea considerado una gema, debe poseer dos requisitos: belleza y dureza.

  • La belleza de una gema se determina en función de su claridad, su brillo y su color.
  • La dureza se basa en una escala llamada la escala de Mohs, siendo el 10 la dureza máxima (es la dureza del diamante). Para que un mineral pueda tener calidad gemológica, ha de tener una dureza superior a 6, aunque lo ideal es de 7 o más (esta es la dureza del cuarzo).

Si cumple ambas cualidades, se considerará de calidad gemológica y apto para usar en joyería.