La clasificación de las gemas siempre ha sido motivo de controversia, ya que hay tantos tipos, y tanta variabilidad dentro de cada uno de ellos, que resulta muy complicado establecer una clasificación que satisfaga a todos los expertos.

Tradicionalmente, las gemas se han clasificado siempre en dos grandes categorías: preciosas y semipreciosas.

Sin embargo, la definición de “piedras preciosas” ha variado mucho a lo largo de la historia. Antiguamente, algunas gemas como el ópalo, las perlas, o la amatista, eran consideradas preciosas.

Sin embargo, a mediados del S.XIX se descubrieron grandes yacimientos de amatista en Brasil y Uruguay, y esto causó que se reclasificasen las gemas, empezándose a utilizar la clasificación más conocida hoy en día.

Según esta clasificación, las llamadas piedras preciosas son únicamente cuatro:

  • El diamante
  • El zafiro
  • El rubí
  • La esmeralda

Todas las demás gemas, independientemente de su rareza, belleza, o valor económico, se agrupan en la categoría “semipreciosas”.

Sin embargo, a día de hoy esta clasificación se suele considerar antigua y obsoleta, ya que dentro de la categoría de “semipreciosas” se incluirían gemas muy apreciadas que pueden alcanzar precios muy superiores a las llamadas “preciosas” debido a su rareza, como por ejemplo la aguamarina, la tanzanita o la alejandrita.

De la misma manera, hay en el mercado infinidad de "piedras preciosas" (es decir, diamantes, esmeraldas, zafiros y rubís) que, aún siendo verdaderas y naturales, tienen un valor ínfimo debido a que su calidad gemológica es muy baja, debido normalmente a que son opacas en vez de transparentes.

Por estos motivos, existen otros sistemas de clasificación de gemas, que las dividen en grandes grupos:

  • Diamantes y piedras de color
  • Piedras naturales, sintéticas y de imitación
  • Gemas orgánicas (coral, perla, ámbar, azabache…) e inorgánicas (casi todas las demás).
  • Clasificaciones según su composición química

Cada una de estas clasificaciones daría para hablar largo y tendido sobre ella, pero al final todas son válidas y todas tienen sus excepciones.