Análisis: SGM abre la puerta a participación privada en exploración bajo regulación
La participación privada podría volver a la exploración minera primaria en México bajo un esquema regulado, señaló la directora general
La participación privada podría volver a la exploración minera primaria en México bajo un esquema regulado, señaló la directora general del Servicio Geológico Mexicano (SGM), Flor de María Harp, durante la XXXVI Convención Internacional de Minería en Acapulco. Esta posibilidad permitiría acelerar la generación de información geológica en un país donde el organismo opera con presupuesto y personal limitados.
Aunque la Ley de Minería de 2023 reservó la exploración exclusivamente al Estado, los reglamentos aún en preparación podrían habilitar mecanismos para asociaciones reguladas entre el SGM y empresas privadas. Harp indicó que la entidad seguirá cumpliendo su función legal de explorar, pero reconoció que la intervención privada, bajo reglas claras, permitiría avanzar con mayor velocidad.
El SGM cuenta con alrededor de 1,300 millones de pesos anuales y más de 1,100 especialistas, pero la exploración profunda exige recursos adicionales y personal técnico altamente especializado difícil de cubrir. Actualmente, las órdenes de exploración emitidas este año se limitan al propio organismo y solo permiten subcontratar perforación cuando no se dispone de equipo.
Harp explicó que los proyectos más avanzados del servicio requieren ya de manifestaciones de impacto ambiental o informes preventivos para barrenación. Sin embargo, destacó que no existe una lista definida de proyectos que permita estimar el monto adicional necesario para ampliar la exploración nacional.
La funcionaria subrayó que la participación privada reduciría el riesgo asumido por el Estado y aumentaría el volumen de información disponible, elemento clave para detonar nuevos desarrollos mineros.
México continúa impulsando la exploración de tierras raras, retomada hace tres años y medio. El SGM trabaja con geofísica aérea y terrestre, geología de campo y muestreos para definir zonas prioritarias, aunque aún sin conclusiones debido al tiempo que demanda este tipo de estudios.
Parte del esfuerzo actual incluye la caracterización de jales para identificar elementos antes desechados, como tierras raras, galio o indio, asociados a tecnologías de transición energética. El organismo también mantiene activos entre 48 y 50 proyectos que incluyen litio, uranio y metales tradicionales como oro, plata, cobre e hierro.
Harp recordó que la exploración sigue siendo una actividad de alto riesgo, ya que no siempre se confirman los yacimientos que sugiere el marco geológico. Añadió que México aún no cuenta con una clasificación oficial de minerales críticos debido a la falta de información comparable con la de países como Estados Unidos, Japón o Australia, por lo que será necesario generar más datos y adoptar metodologías avanzadas.