La Unión Europea no planea almacenar metales para baterías y otros productos básicos críticos como parte de las nuevas medidas para garantizar el suministro, revirtiendo una sugerencia anterior, después de que algunos de los principales fabricantes se opusieran a la medida.

Asegurar los recursos para la transición energética y los sectores aeroespacial y de defensa se ha vuelto clave para las autoridades después de que la pandemia y la invasión de Ucrania interrumpieran las cadenas de suministro. Un estudio de diciembre para el Parlamento Europeo recomendó que la UE siga a naciones como Japón y Corea del Sur creando una reserva estratégica con el sector privado que podría aprovecharse si se interrumpen las importaciones.

Eso podría implicar la compra de entre 6.500 millones de euros (7.000 millones de dólares) y 26.000 millones de euros de reservas, concluyó el estudio.

Pero el proyecto de ley visto por Bloomberg y que se presentará a los políticos esta semana muestra que, en cambio, la UE controlará los inventarios de las naciones y hará "opiniones" no vinculantes sobre compras estratégicas si es necesario. Las propuestas aún pueden cambiar y también incluyen planes para impulsar la minería, el procesamiento y el reciclaje de materiales clave utilizados en energías renovables, vehículos eléctricos, aeroespacial y defensa.

Es un enfoque más suave que el que han adoptado las autoridades en EE. UU. y China, donde se establecieron programas de almacenamiento estratégico hace décadas. Para Beijing, la Oficina de la Reserva Estatal se ha convertido en una fuerza particularmente influyente en los mercados de metales industriales, realizando compras masivas cuando los precios son bajos y liberando existencias cuando suben demasiado.

El temor entre algunas empresas industriales europeas es que, en lugar de actuar como una válvula de alivio para los compradores, las compras de existencias centrales corren el riesgo de exacerbar el tipo de compras frenéticas que se han visto en varios mercados clave de materias primas en los últimos años.

La crisis energética ha afectado la producción de varios productos básicos industriales clave, exacerbando las preocupaciones sobre el suministro y acelerando la caída de un año en la producción regional. Eso ha llevado a los estados de la UE, incluidos Alemania e Italia, a llegar a acuerdos con comerciantes de productos básicos para asegurar el suministro de energía y metales básicos.

Al revelar los planes para la Ley de Materias Primas Críticas el año pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que incluiría medidas para aumentar las reservas estratégicas de varias materias primas críticas, incluido el litio y las tierras raras.

“Identificaremos proyectos estratégicos a lo largo de la cadena de suministro, desde la extracción hasta la refinación, desde el procesamiento hasta el reciclaje”, dijo en ese momento. “Y acumularemos reservas estratégicas donde el suministro esté en riesgo”.

El proyecto de ley enumeró más de 30 materiales a los que apuntará como críticos, incluidos el litio, el cobalto, las tierras raras y los metales de platino.

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