Hay personas que rinden al máximo a nivel profesional y que consideramos referentes de éxito. Sin embargo, en muchos casos puede pasar que de manera interna estas personas se sienten como un fraude. Como que lo que han logrado ha sido suerte, y no parte de su talento y esfuerzo. Este tipo de pensamientos intrusivos están relacionados con el síndrome del impostor o también llamado síndrome del farsante. Pero, ¿qué tanto sabes sobre este síndrome? ¿Sabías que existen varias tipologías de “impostores”?

Tabla de contenidos:

  1. ¿Qué es el síndrome del impostor?
  2. Síndrome del impostor: descubre las 5 tipologías
  3. ¿Cómo saber si tengo el síndrome del impostor?
  4. ¿Qué acciones tomar si padezco del síndrome del impostor?

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico por el que la persona cree y se llena de pensamientos en los cuales no se considera inteligente, capaz o creativa. A pesar de que las evidencias indican que es hábil, presenta un alto rendimiento y tiene éxito.

Es sentirte como un impostor cuando realmente no lo eres. Influye mucho en el desarrollo la personalidad, los antecedentes y las circunstancias de cada persona. Aunque es algo real y que debilita a la persona, es posible que quien lo padezca ni siquiera sea consciente de que le está pasando.

Síndrome del impostor: descubre las 5 tipologías

El síndrome del impostor también cuenta con clasificaciones o tipologías. Puede ser interesante detectar e identificarlas, para esto es importante conocer los cinco grupos de impostores más comunes. Estas tipologías se basan en función de malos hábitos o patrones que nos bloquean a la hora de desarrollar todo nuestro potencial.

Estas son las 5 tipologías que más adelante detallaremos:

  • Perfeccionista
  • Experto
  • Superman / Superwoman
  • Individualista
  • Genio natural

¿Cómo saber si tengo el síndrome del impostor?

Cada una de estas clasificaciones tiene sus características particulares. Por lo que antes de saber si lo padeces o no, es importante que conozcas cada una de estas tipologías que a continuación detallaremos. Además, para cada tipología te proponemos algunos tips o ayudas para superar estas situaciones o síntomas de estrés laboral en el día a día. Plantéate la lectura como preguntas que puedes hacerte a ti mismo.

El perfeccionista

Perfeccionismo y síndrome del impostor suelen ir de la mano. Esta relación se encuentra en que las personas perfeccionistas y fanáticas del control suelen fijarse metas muy altas. En cuanto estos perfiles no logran cumplir con los objetivos planteados experimentan grandes dudas sobre sí mismas. Por lo general, sienten que para estar a la altura deben hacer el trabajo ellos mismas o tener un mayor control.

Preguntas para descubrir si eres un ‘impostor perfeccionista’

  • ¿Te encanta el micromanagement?
  • ¿Tienes problemas para delegar ? ¿Cuando logras delegar, te sientes frustrado por los resultados?
  • ¿Sientes que tu trabajo tiene que ser completamente perfecto, siempre?

Para los perfeccionistas, el éxito no les satisface. Por lo general sienten que lo podrían haber hecho mejor. Esto acaba generando estrés laboral por agotamiento. Evita los síntomas de este comportamiento poco saludable encontrando la satisfacción en los logros y cultivando la confianza en ti mismo.

¿Has cometido un error? ¡Calma! Es importante entender que los errores son parte natural del proceso. Así como también aceptar que nada podrá ser 100 % perfecto. Y que gran parte del aprendizaje y el éxito de un proyecto se encuentra en el proceso.

El experto

Las personas que sufren el síndrome del impostor y pertenecen a esta categoría siente que, de alguna manera, engañaron a las personas que le contrataron. ‘Tiemblan’ de miedo pensando que en algún momento se descubrirá que son inexpertos en su área.

Preguntas para descubrir si eres un ‘impostor experto’:

  • ¿Te pones nervioso cuando alguien a tu alrededor dice que eres un experto?
  • ¿Buscas constantemente capacitaciones o certificaciones porque consideras que tienes que mejorar tus habilidades para tener éxito?
  • ¿Te avergüenza pedir un trabajo si no cumples todos los requisitos de formación/educación?

Ayudar a otros compañeros puede servirte para darte cuenta del experto que hay en ti. Cuando compartes lo que sabes, ayudas a los demás y minimizas esos síntomas de estrés laboral. Es una práctica que refuerza internamente tu conocimiento y disminuye la presión autoimpuesta.

La superwoman / El superman

Seguimos con la siguiente tipología de personas que se consideran farsantes entre profesionales auténticos. Estas personas que tienen el síndrome del farsante se presionan a ellos mismo para trabajar muy duro y estar a la altura. Utilizan esto como forma de encubrir sus inseguridades. Pero suele suceder que con la sobrecarga de trabajo se manifiestan otros síntomas, trayendo como  consecuencia el estrés laboral. Pueden ser problemas en relacionarse con los demás y, lo que es peor, daños en la propia salud mental.

Preguntas para descubrir si eres un ‘impostor superman’ o una ‘impostora superwoman’:

  • ¿Te quedas más tarde en la oficina que el resto de tu equipo, incluso cuando ya has acabado lo que tenías que hacer para ese día?
  • ¿Estresado cuando cuando no trabajas? ¿piensas que es un desperdicio el tiempo de inactividad
  • ¿Has dejado a un lado tus aficiones y pasiones por el trabajo?

Estamos hablando de personas adictas a la validación que proviene del trabajo, no al trabajo en sí. ¿Cómo puedes entrenarte para evitar la validación externa y tomarte las críticas de forma constructiva y no de manera personal? Hazlo para que nadie tenga más poder para hacer que te sientas bien contigo mismo más que tú. Y para que, al ganar confianza interna, te sientas competente, hábil, y dosifiques mejor tu tiempo en el trabajo.

Los (muy) individualistas

Este perfil de individualistas son aquellos que si piden ayuda creen que están revelando sus debilidades y dejando de demostrar lo que valen. Por lo que llegan a un nivel de individualismo extremo.

Preguntas para descubrir si eres un ‘impostor individualista’:

  • ¿Sueles decir con frecuencia ‘no necesito la ayuda de nadie’?
  • ¿Crees firmemente que tienes que lograr las cosas por ti mismo?
  • ¿Tus solicitudes son requisito de proyecto y no necesidades como persona?

Que no te avergüence pedir pedir ayuda si la necesitas. Busca el consejo de un supervisor o de colegas. El trabajo en equipo es una gran fuente de aprendizaje. Las dinámicas de grupo consiste en poder respaldarte de aquellas fortalezas de tus compañeros para que puedas aprender de ellos y seguir creciendo.

El genio natural

Otro caso de personas que sufren el síndrome del impostor son aquellas que juzgan el éxito en función de sus capacidades, y no de sus esfuerzos. Entienden que si tienen que trabajar duro en algo es porque son malos en ello o no cuentan con la capacidad suficiente para llevar a cabo determinado proyecto, función o tarea. Creen que tienen que hacerlo todo bien a la primera y cuando no son capaces de hacer algo rápidamente se estresan. Lo que los lleva a episodios de estrés laboral.

Preguntas para descubrir si eres un ‘impostor genio natural’:

  • Cuando te enfrentas a un contratiempo, ¿pierdes la confianza en ti mismo porque no rendir bien te hace sentir vergüenza?
  • ¿Estás acostumbrado a sobresalir sin mucho esfuerzo?
  • ¿Evitas los desafíos porque te es incómodo intentar algo en lo que no eres bueno?

¿Cómo puedes superar todo esto? Tienes que verte a ti mismo como un proyecto en progreso. Por ejemplo, si quieres destacar más en tu departamento pero no se te dan bien las reuniones, es mejor perfeccionar tus habilidades comunicativas que decidir dejar de hablar en las reuniones de equipo porque ‘en eso no soy bueno’.

¿Qué acciones tomar si padezco del síndrome del impostor?

Un buen punto de partida es identificar comportamientos o habilidades a mejorar con el tiempo. Aquí te dejamos algunos de los factores o afirmaciones que podrías implementar cuando sientas que te estás autosaboteando con alguno de estos pensamientos intrusivos.

  • Acepta que tienes algo que ver en tus logros
  • Céntrate en proporcionar valor
  • Deja de compararte con otras personas
  • Dilo en voz alta: ‘Es el síndrome del impostor’
  • Cometer un error no te hace un farsante
  • La autenticidad es un engaño
  • Pedir ayuda no es equivalente a debilidad
  • Date cuenta de que nadie sabe lo que está haciendo al 100%

El síndrome del impostor puede ser incluso una especie de ‘regalo’ si lo utilizas para crear un estilo de vida más útil y que te sirva para alejarte de los síntomas del estrés en el trabajo. Recuerda que no te pasa solo a ti: hay estudios que indican que aproximadamente un 70 % de las personas exitosas sufren el síndrome del impostor. Cuando compartes con otras personas cómo te sientes, esa sensación de aislamiento y vergüenza disminuye, la empatía y la conciencia de nosotros mismos crecen. Aprovecha ese impulso para dar un paso hacia delante.