Introducción

El objetivo de esta charla es suministrar información general sobre los Procedimientos de Resucitación Cardio-Pulmonar. Realizar RCP puede salvar y de hecho salva vidas. Su respuesta rápida y con medida le ofrecerá una oportunidad a la víctima; ¡sin su ayuda ella perecería! Si usted tiene la oportunidad de participar en un curso básico de soporte a la vida, hágalo de todas maneras.

Procedimientos de Resucitación Cardio-Pulmonar:

• Chequee la capacidad de respuesta. A medida que se aproxime, pregunte en voz alta: “¿Está bien? ¿Me oye?” Arrodíllese y sacuda suavemente a la persona por los hombros.

• Si no hay respuesta o reacción, llame en voz alta pidiendo ayuda. Diríjase directamente a una persona y pídale que marque el 9-1-1.

• Si la persona está boca abajo, dele vuelta al cuerpo en forma completa, como unidad.

• Asegúrese de que el brazo más cercano a usted esté completamente extendido hacia arriba, sobre el hombro.

• Tome la pierna más lejana a usted y crúcela sobre la pierna más cercana.

• Ponga su mano más cercana a la cabeza de la víctima y colóquela debajo de la nuca. Usted sostendrá la nuca y parte de la cabeza con su mano en forma de copa.

• Con su otra mano agarre la parte superior del brazo más lejano a usted.

• Dé vuelta suavemente a la víctima, protegiendo la cabeza y el cuello. Baje el brazo levantado.

• Abra la entrada de aire. Chequee la respiración mirando, escuchando y sintiendo.

• Saque la mano que está más cerca a la cabeza de la víctima y colóquela sobre la frente (preferiblemente la parte inferior de la palma). Los dedos de la mano más cercana a las piernas de la víctima se colocan debajo de la parte inferior de la quijada – realmente debajo de la barbilla, debajo de la estructura ósea. Cuando usted empuja hacia atrás la frente – con firmeza pero suavemente – la barbilla se levanta.

• Los dedos debajo de la barbilla realmente no la levantan, sino que la sostienen.

• Los dientes de arriba y de abajo deben casi juntarse, pero sin hacerlo completamente. Usted no debe dejar que cierre completamente la boca.

• Inclínese sobre la víctima. Acerque su oído a la boca de la víctima. Se espera que usted escuche el sonido de la respiración. Mantenga sus ojos enfocados en el pecho de la víctima para ver si sube y baja. Fíjese también si siente el aliento de la víctima en su mejilla.

•Si no detecta respiración, cierre la nariz de la víctima con los dedos pulgar e índice de la mano con que mantiene inclinada la cabeza.

• Abra su boca tanto como sea posible, inhale profundamente y selle con su boca, firmemente, los bordes de la boca de la víctima. Después de su primera ventilación, retírese de la boca de la víctima, inhale de nuevo, regrese a la boca y haga la segunda ventilación. Cada ventilación debe demorar entre 1 y 1.5 segundos.

• Ventile una vez, retire su boca de la boca de la víctima, haga una pausa de por lo menos un segundo, luego haga su segunda ventilación demorándose entre 1 y 1.5 segundos. Estas dos respiraciones y la pausa no deben demorar más de cinco segundos.

• Mantenga sus ojos enfocados en el pecho – usted debe verlo subir con cada ventilación. Si no ve subir y bajar el pecho, asegúrese de que la entrada de aire esté despejada, volviendo a inclinar la cabeza y a levantar la barbilla de la víctima.

• Saque la mano que tiene debajo de la barbilla y coloque dos dedos en el hueco del cuello. Traiga los dedos hacia usted, deslizándolos en el canal entre la caja de la voz y los músculos, a dos pulgadas ó menos de distancia. Usted está en el sitio del pulso de la carótida.

• Dedique de 5 a 10 segundos para hacer el chequeo. No importa lo débil que sea, si hay pulso hay pulso.

• Si usted determina que la víctima tiene pulso, no es necesario que haga compresiones de pecho. Sin embargo, usted tendrá que respirar por la víctima una vez cada 5 segundos, ó 12 veces por minuto.

• Si no está seguro de que la víctima tiene pulso, haga siempre compresiones de pecho.

• Si puede desabotonar, abrir ó rasgar la blusa ó camisa, sweater, etc., en no más de cinco segundos, hágalo.

• Deslice las yemas de sus dedos sobre el esternón. Coloque su dedo del medio en el proceso xifoideo ( la hendidura al final del esternón), con el dedo índice al lado, sobre el esternón.

• Coloque la parte inferior de la palma (el talón) de la mano de arriba sobre estos dedos.

• Levante su mano de abajo y colóquela sobre el tope de la mano de arriba, encima del esternón. Los dedos de ambas manos deben apuntar hacia fuera de usted, no en ángulo hacia la izquierda ó la derecha.

• Asegúrese de que sus muslos estén contra los de la víctima, sus hombros directamente por encima del esternón, los brazos rectos, los codos inmovilizados. Las compresiones deben ir directamente hacia abajo, no en ángulo.

• Mantenga las yemas de sus dedos retiradas de las costillas; curve sus dedos y manténgalos levantados, ó manténgalos extendidos.

• Justo antes de empezar la primera compresión y sin que su mano de arriba pierda contacto con el esternón, mueva los dedos ligeramente hacia atrás, de tal manera que la posición acentúe el talón de la mano sobre el esternón. El talón de la mano – no la mano completa – hará realmente las compresiones.

• Póngase ahora tan cómodo como sea posible. Esto es importante por dos razones: usted no se cansará tan rápidamente y la víctima recibirá las mejores compresiones posibles que usted puede ofrecer.

• Cuando usted termine su recorrido ascendente, no abandone físicamente el pecho de la víctima. Asegúrese por completo de que está permitiendo al pecho regresar del todo hacia arriba.

Cierre

Los RCP salvan vidas. Recuerde, usted puede ser la única persona cerca de la víctima que puede prestarle ayuda. No hay nada más trágico que estar con una víctima y no saber qué hacer para salvar su vida. No confíe en esta charla como su única instrucción en este importante tratamiento. Haga un curso sobre RCP en la Cruz Roja local u otra institución que suministre instrucción similar. Los RCP funcionan, pero usted debe estar entrenado. Recuerde, ¡la próxima víctima podría ser un ser querido!

CHASRLAS DE SEGURIDAD – DIEGO GONZÁLEZ F.