En 2025, Camino Rojo espera extraer aproximadamente 20 millones de toneladas, colocando alrededor de 7 millones de toneladas de mineral en la plataforma de lixiviación en pilas, almacenando un poco más de 1 millón de toneladas de mineral de baja calidad. En la primera mitad de 2025, el apilamiento consistirá principalmente en mineral de óxido, lo que resultará en mayores tasas de recuperación de oro.
La mezcla de mineral apilado cambiará en la segunda mitad de 2025, lo que verá el apilamiento de más mineral de transición, lo que resultará en tasas de recuperación de oro ligeramente más bajas. Se espera que los costos operativos brutos totales en 2025 estén en línea con 2024, pero se espera que la producción de oro ligeramente menor en 2025 resulte en mayores costos en efectivo y AISC por onza.
A pesar de esto, se espera que los costos del primer cuartil de Camino Rojo sigan generando sólidos márgenes de efectivo. El capital de mantenimiento en 2025 está relacionado principalmente con el movimiento de desechos capitalizados y la finalización del domo de almacenamiento de mineral activo.
Los esfuerzos de exploración en México para 2025 se centran en avanzar la Zona 22 (Extensión Camino Rojo) hasta una clasificación de recurso mineral indicado, así como en probar objetivos de perforación regionales para nuevos descubrimientos. La Compañía planea gastar $16 millones para realizar 22,000 metros de perforación en México durante el año.
Además, la Compañía está avanzando con una estimación inicial de recursos subterráneos para los sulfuros de Camino Rojo, que se espera que se publique en la primera mitad del año. Posteriormente, se realizarán estudios adicionales para respaldar una evaluación económica preliminar (PEA) para los sulfuros de Camino Rojo.
