Generosidad y Cooperación. ¿Eres una persona buena?

Es cierto que los seres humanos persiguen una amplia gama de objetivos a lo largo de sus vidas, y entre esos objetivos se encuentra el deseo de ser considerados "buenas personas". Este objetivo puede variar en su definición y significado dependiendo de las creencias individuales, los valores personales y las influencias culturales.

Para algunas personas, ser una buena persona puede significar actuar con amabilidad, compasión y empatía hacia los demás, mostrando consideración por sus necesidades y bienestar. Para otros, puede implicar ser ético y moralmente recto, actuando de manera justa y honesta en todas las situaciones. Además, para muchos, ser una buena persona implica contribuir de manera positiva a la sociedad, ya sea a través de acciones voluntarias, ayudando a quienes lo necesitan o trabajando por el bien común.

El deseo de ser una buena persona puede estar arraigado en el deseo humano fundamental de conexión y pertenencia, así como en el reconocimiento de que nuestras acciones tienen un impacto en el mundo que nos rodea y en las personas con las que interactuamos. Además, ser percibido como una buena persona puede proporcionar una sensación de satisfacción personal y realización.

Si bien puede haber diferencias en la forma en que las personas persiguen este objetivo y en cómo lo definen, el deseo de ser considerado una buena persona es una motivación común que impulsa muchas de nuestras acciones y decisiones en la vida.

Por eso, expertos del Instituto de Antropología Cognitiva y del Desarrollo de la Universidad de Oxford realizaron un estudio de más de 7 años bajo el liderazgo  Oliver Scott Curry, sus resultados fueron publicados en la revista académica Current. Lo anterior se debe a que Curry analizó 60 tipos diferentes de sociedades alrededor del mundo en un estudio para capturar diferentes formas de percibir el mundo y tratar de encontrar puntos en común en lo que se considera una "buena sociedad" o una "buena persona". Curry identificó dos rasgos principales que caracterizan a una persona buena según la antropología:

  1. Generosidad: Este rasgo implica la disposición de una persona para compartir recursos, conocimientos o tiempo con los demás sin esperar una recompensa inmediata o tangible a cambio. La generosidad puede manifestarse de diversas formas, como donaciones caritativas, actos de ayuda o apoyo emocional a quienes lo necesitan.
  2. Cooperación: La cooperación se refiere a la disposición de una persona para trabajar junto con otros hacia un objetivo común o para resolver problemas colectivos. Esto implica poner el bienestar colectivo por encima del interés individual y estar dispuesto a colaborar y comprometerse con los demás en actividades que beneficien a la comunidad en su conjunto.

Estos dos rasgos son fundamentales para la construcción de relaciones sociales positivas y para el funcionamiento de una sociedad cohesionada. La generosidad y la cooperación fomentan el sentido de comunidad, la confianza mutua y la solidaridad entre los individuos, lo que contribuye a un ambiente social más armonioso y equitativo.

En resumen, según la investigación llevada a cabo por el Instituto de Antropología Cognitiva y del Desarrollo de la Universidad de Oxford, la generosidad y la cooperación son dos rasgos clave que caracterizan a una persona buena en diversas sociedades alrededor del mundo. Estos rasgos reflejan la importancia de promover el bienestar colectivo y trabajar en conjunto para abordar los desafíos sociales y resolver problemas de manera efectiva.