Johannesburgo, Sudáfrica. — En los últimos cinco años, Master Drilling ha transformado el panorama de la minería subterránea mediante el desarrollo progresivo de su tecnología de perforación remota, marcando un hito en seguridad operativa, eficiencia y control multinacional.
Desde que el concepto fue concebido en 2019, la compañía ha trazado una hoja de ruta sólida para automatizar y controlar remotamente operaciones de perforación en entornos subterráneos de alta complejidad. Esta visión se ha materializado en una serie de hitos que hoy posicionan a la firma como referente en tecnología minera avanzada:
Principales hitos alcanzados
2019: Nace el concepto de perforación remota, impulsado por la necesidad de mejorar la seguridad en zonas de difícil acceso.
2023: Se integran funciones avanzadas de seguridad, incluyendo verificaciones cíclicas de desconexión para evitar incidentes operativos.
2023: Se realizan pruebas en condiciones reales en India y Estados Unidos, validando la confiabilidad del sistema.
2024: Se logra por primera vez el control remoto internacional, operando exitosamente equipos desde Sudáfrica hacia India.
2024: Se inician pruebas de modelos rentables en Botsuana, orientados a optimizar costos en proyectos de mediana escala.
2025: Se inauguran las primeras salas de control globales, capaces de gestionar simultáneamente múltiples operaciones en distintos continentes.
“Estos avances consolidan nuestra visión de una minería más segura, digital y sin fronteras”, señaló un vocero técnico de Master Drilling.
Implicaciones para la minería moderna
La perforación remota no solo mejora los estándares de seguridad, al reducir la exposición humana en zonas de riesgo, sino que también permite una mayor continuidad operativa y reducción de costos logísticos al centralizar la operación de equipos dispersos globalmente.
Master Drilling continúa invirtiendo en tecnologías habilitadoras como redes 5G, interfaces hombre-máquina avanzadas y aprendizaje automático para mantener su liderazgo en automatización minera.
Con esta evolución tecnológica, la perforación remota deja de ser una promesa para convertirse en una realidad operativa que redefine los límites de la minería subterránea moderna.
