• Firmas ubicadas en Guerrero, Sonora y Zacatecas han tenido que aumentar hasta 10% de su presupuesto en seguridad para protegerse.
• La inseguridad ha afectado a las regiones mineras más importantes de México.

Mineros pidieron la intervención del Estado ante la inseguridad, el robo de explosivos y los riesgos que existen en Sonora, Guerrero o Zacatecas, en donde las compañías subieron hasta el 10 por ciento su presupuesto para protegerse, y otras han pagado ‘derecho de piso’ al crimen organizado para seguir operando, lo que impide una mayor atracción de inversiones.

“La inseguridad ha afectado a las regiones mineras más importantes de México como Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Guerrero y el Estado de México, donde las empresas han tenido que destinar entre 5 y 10 por ciento más a su presupuesto de seguridad para combatir los altos índices de inseguridad”, indicó Luis Humberto Vázquez, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM).

En los últimos cuatro años, México retrocedió cinco posiciones en el atractivo de inversión para la industria minera debido a la falta de confianza en las políticas públicas de la actual administración federal, y de los altos índices de inseguridad en el país, de acuerdo con datos del Instituto Fraser.

En ese sentido, el país se ubica en la posición 73 de 84 jurisdicciones evaluadas a nivel global y es la cuarta nación más insegura en América Latina para desempeñar esta actividad.

Luis Humberto Vázquez destacó que algunas de las entidades con mayor tradición minera como Chihuahua, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Sonora y Zacatecas se encuentran en los primeros lugares con mayor percepción de inseguridad.

“Resolver la inseguridad no es un tema sencillo, incluso nos hemos visto obligados a pagar al crimen organizado el cobro de derecho de piso y esto se lo hemos comunicado a las autoridades porque al final esto incrementa hasta en 3 por ciento los costos finales de los minerales y metales que producimos”, añadió el presidente de la AIMMGM.

En tanto, Alfredo Phillips, director nacional y VP de Asuntos Corporativos de la extractiva canadiense Argonaut Gold, aseguró que las empresas mineras que se encuentran en zonas de alto riesgo como Guerrero o Zacatecas destinan hasta el 2 por ciento de su presupuesto total.

Chihuahua, Guerrero, Zacatecas, Guanajuato y sonora ocupan las primeras posiciones con percepción de seguridad.
“El 2 por ciento es una cifra brutal, sobre todo si tomamos en cuenta que las minas que se encuentran en zonas de baja incidencia delictiva destinan mucho menos del 0.5 por ciento de su presupuesto para temas de seguridad y prevención de delitos”, sostuvo.

Añadió que la intervención del Estado es indispensable porque si bien la industria minera puede contratar seguridad privada para prevenir y repeler los ataques, ésta no tiene la facultad para perseguir el delito, que es fundamental para disminuir los índices de delincuencia en el sector.

Robo de explosivos, otro problema al que se enfrenta la minería

Karen Flores, directora general de la Cámara Minera de México (Camimex), afirmó que el sector no solo ha registrado el robo de diversos bienes patrimoniales, sino también el hurto de explosivos que son indispensables para la operatividad de la industria.

A su vez, una persona que trabaja en una empresa que opera a nivel mundial como proveedor de explosivos para minería y que pidió resguardar su nombre y el de su compañía por temas de seguridad, confirmó lo dicho por la directora de Camimex y aseguró que el robo de explosivos utilizados en esta industria ha incrementado drásticamente en los últimos cinco años.

“Puedo decir que hace cinco o seis años los hallazgos en carreteras de explosivos robados eran de apenas dos por año, pero hasta donde yo tengo registros, porque quizá fueron más, el año pasado (2021) hubo al menos 15 hallazgos de cargamentos de explosivos robados, esto nos habla de la magnitud con que ha crecido este problema”, indicó la fuente.

Explicó que este tipo de hallazgos no suelen captar la atención de la opinión pública porque en México se sabe muy poco de explosivos, lo que ha evitado que estos artefactos sean utilizados por el crimen organizado para cometer actos de terrorismo.

“Los cargamentos robados a las mineras o a las mismas empresas proveedoras que no siguen protocolos adecuados de seguridad no son utilizados para cometer actos de terrorismo, más bien son usados en la minería ilegal, particularmente en el sur del país, donde hay una gran cantidad de minas de carbón o minas artesanales”, aseguró.

Detalló que el robo de explosivos a empresas mineras y a proveedores es apenas una mínima parte de los que circulan en la minería clandestina, por lo que pidió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tener un mayor control de este tipo de artefactos.

“Afuera hay un mercado clandestino muy grande de explosivos ilegales que la Sedena no ha podido controlar y esto ha afectado a la imagen de la minería y de las empresas proveedoras de explosivos. Nosotros incluso hemos destinado hasta 10 por ciento en seguridad para evitar que nos roben las mercancías durante los traslados”, expuso la fuente cercana al proceso de venta.

Comentó que los artefactos que fabrican tienen un folio que se debe registrar ante la Sedena una vez que el producto se vende, mientras, la minería debe asentar ese folio cuando los consume, lo que deja un nulo margen de maniobra para que haya un mercado clandestino dentro de estos dos sectores.

“La circulación clandestina de estos explosivos debe investigarse a fondo antes de que ocurra otro accidente como el de hace unas semanas en Chihuahua, porque sin explosivos, esas minas difícilmente podrían operar”, concluyó.

FUENTE: EL FINANCIERO