A través de la RSE, las compañías de explotación minera pueden invertir en el desarrollo de habilidades digitales en los hijos de los trabajadores y jóvenes de las comunidades, lo que ofrece una serie de beneficios que impactan positivamente en la calidad de vida y el futuro de estas poblaciones

La Responsabilidad Social Empresaria cumple un rol fundamental para mitigar los impactos negativos de la actividad minera y promover el desarrollo sostenible de las comunidades locales

La industria minera ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, impulsada por la demanda global de recursos naturales. Si bien este crecimiento ha generado beneficios económicos, también ha traído consigo desafíos sociales y ambientales que requieren de una atención urgente. En este contexto, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) cobra un papel fundamental como herramienta para mitigar los impactos negativos de la actividad minera y promover el desarrollo sostenible de las comunidades locales.

En un mundo cada vez más digitalizado, la formación digital emerge como un pilar fundamental para la RSE minera. Invertir en el desarrollo de habilidades digitales en los hijos de los trabajadores y jóvenes de las comunidades ofrece una serie de beneficios que impactan positivamente en la calidad de vida y el futuro de estas poblaciones, entre ellos:

1. Arraigo y desarrollo local

- Brindar oportunidades de formación en las comunidades evita el desarraigo de los jóvenes, quienes ya no necesitan migrar a las grandes ciudades en busca de mejores oportunidades.

- Permite la creación de empleos locales en el sector digital, impulsando la diversificación económica de las comunidades.

- Fortalece el tejido social y cultural al mantener a las familias y jóvenes en su entorno familiar.

2. Empleabilidad y mejores oportunidades:

- Dota a los jóvenes de habilidades digitales en alta demanda en el mercado laboral actual, aumentando sus posibilidades de encontrar un empleo digno y bien remunerado.

- Permite el acceso a trabajos remotos, ampliando las oportunidades laborales y evitando la necesidad de migrar.

- Fomenta el emprendimiento digital, impulsando la creación de microempresas y startups locales.

Invertir en el desarrollo de habilidades digitales en los hijos de los trabajadores y jóvenes de las comunidades ofrece una serie de beneficios que impactan positivamente en la calidad de vida y el futuro de estas poblaciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

3. Mejora de la calidad de vida:

- Facilita el acceso a la información y la educación online, democratizando el conocimiento y las oportunidades de aprendizaje.

- Permite la participación activa en la sociedad digital, mejorando la comunicación y el acceso a servicios públicos.

- Promueve la inclusión social y la igualdad de oportunidades, especialmente para las mujeres y grupos minoritarios.

4. Impacto en la industria minera:

- Los jóvenes capacitados en tecnologías digitales pueden contribuir a la mejora de los procesos en la industria minera, haciéndola más eficiente, segura y sustentable.

- Permite la implementación de tecnologías disruptivas como la automatización, la robótica y la inteligencia artificial, optimizando la producción y reduciendo el impacto ambiental.

- Fomenta la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías aplicables a la minería, impulsando la competitividad del sector.

Las empresas mineras tienen la responsabilidad legal y social de contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades donde operan. La formación digital se configura como una inversión estratégica que cumple con este mandato legal y, al mismo tiempo, genera un impacto positivo en la calidad de vida de las comunidades y, algo no menor, con resultados medibles.

Fuente: Infobae