El secretario de Desarrollo Sustentable de Querétaro, Marco del Prete, informó que entre 400 y 600 personas están involucradas en la extracción clandestina de minerales en más de 200 minas en desuso en el estado, particularmente en las localidades de Peñamiller y San Joaquín. Estas actividades, realizadas de manera artesanal, representan un riesgo significativo para la salud de los mineros, especialmente por el uso de mercurio en el proceso de extracción.

Del Prete explicó que, además de los riesgos de salud, muchas de estas operaciones son ilegales y no están reguladas, lo que dificulta su control. Para enfrentar esta situación, se están implementando estrategias que brinden alternativas económicas a las personas que participan en la minería clandestina. Uno de los enfoques clave es el cumplimiento del Convenio de Minamata, que busca eliminar el uso de mercurio en la minería y otras industrias, y se está trabajando con el Global Environmental Fund avalado por la ONU para identificar oportunidades de desarrollo en actividades alternativas a la minería.

El secretario destacó que la forma en que se extrae el mercurio en estas comunidades, utilizando métodos rudimentarios como anafres o comales, no solo pone en peligro la salud de los mineros, sino que también contamina los utensilios que luego se utilizan para preparar alimentos.

En respuesta a un reciente accidente ocurrido el 16 de agosto en una mina en Peñamiller, donde dos personas perdieron la vida y una más resultó herida, el secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz Gutiérrez, informó que el gobierno estatal asumió los gastos funerarios de las víctimas. Además, se están llevando a cabo censos en colaboración con la Secretaría de Economía para obtener un panorama más preciso de las minas irregulares en la región.

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Con información del Universal.