La provincia argentina de Mendoza, conocida por sus viñedos de Malbec, está impulsando la exploración de sus depósitos de cobre, antes obstaculizada por restricciones burocráticas. Las autoridades han identificado una vasta región en la Cordillera de los Andes, donde planean acelerar los permisos ambientales para aprovechar la creciente demanda global de cobre, esencial para la electrificación.

Emilio Guinazu, director de Impulsa Mendoza, señaló que hay más de 300 propiedades mineras estancadas. Con el apoyo del presidente argentino Javier Milei, Mendoza busca revitalizar su industria minera. Los precios récord del cobre y la búsqueda global de nuevos depósitos hacen que este sea un momento crítico.

Proyectos en Malargüe, al sureste de la mina El Teniente en Chile, no usarán químicos prohibidos y han atraído el interés de empresas como Fortescue Ltd. y First Quantum Minerals Ltd.

Recientes cambios legislativos en Mendoza buscan reducir la burocracia y facilitar el desarrollo minero en Malargüe, una región con comunidades favorables a las inversiones y empleos mineros. Los propietarios actuales en Malargüe incluyen a Marcelo Mindlin y el Grupo Hanaq de China.