Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), los cinco metales más utilizados en el mundo son el zinc, el manganeso, el cobre, el aluminio y el hierro. En ese orden.

¿Para qué los utilizamos?

Zinc.

Es un agente anticorrosivo y se usa en su mayor parte pare recubrir metales con la idea de evitar su oxidación. También se usa en cuidados médicos como la prevención del cáncer o para mejorar el estado de ánimo. Combinado con el cobre forma el latón, que se utiliza en joyería, instrumentos musicales, ornamentación y armamento.

Manganeso.

Pese a no ser uno de los más conocidos, sí es uno de los más utilizados. Su uso está destinado sobre todo a aleaciones. Por ejemplo, unido al bronce es un potente anticorrosivo que resiste hasta el agua marina. Por ello se utiliza para fabricar hélices de barcos. Si lo combinamos con el hierro generamos ferromanganeso, un metal muy duro utilizado para la fabricación de cajas fuertes.

Cobre.

Es un mineral muy popular y usado en la industria eléctrica. Es posible que todos los cables que consiguen dotar de energía a tu hogar estén fabricados con cobre. Esto es debido a su potente conductividad. Los teléfonos móviles, tabletas y ordenadores, así como los electrodomésticos también contienen cobre.

Aluminio.

Un metal sumamente ligero, por lo que se utiliza para fabricar estructuras livianas como las de los aviones o los automóviles. También se usa en la industria alimentaría para hacer latas, tetrabriks y otros empaquetados.

Hierro.

Quizá uno de los minerales más baratos y más utilizados en el mundo. La mayor parte del hierro se usa transformado en acero. Sobre todo en construcciones como puentes, presas o edificios que requieren de estructuras resistentes. También el chasis de casi cualquier maquinaria. Gran parte de lo que usamos en nuestro día a día contiene un porcentaje de hierro o acero.