(Señor Supervisor: Puede suceder que en su departamento no haya los mismos avisos que se mencionan en esta charla. Por lo tanto, haga sus observaciones refiriéndose a los avisos que están allí)

Estos avisos de seguridad me han puesto a pensar. Ustedes saben a cuales me refiero.

Estos avisos dicen: “PELIGRO –use gafas al operar esta máquina”, “Alto voltaje”, “No fume”, “Salida –no la bloqueé”, etc.

Hay dos reacciones de la gente frente a los avisos. Algunos se disgustan con las prohibiciones y quieren hacer lo contrario. Son gente que no les gusta que se les diga que es lo que deben o no deben hacer. Otros se dan cuenta que estos avisos tienen un significado y que están allí por que hay una razón. Los toman como una advertencia amigable y los recuerdan con gratitud.

Es claro que la segunda reacción es la correcta. Cuando se prohibe montar en los “patos”, no se trata solamente de hacerlos caminar cuando ustedes podrían “echar su paseíto” y mortificarlos. No, se hace esa prohibición para recordarles que viajar en uno de esos “patos” es peligroso y una manera de buscar lesiones.

Un aviso de “No fume”, no se pone solamente por impedirles que echen su fumada. Se ponen allí para prevenir que puedan iniciar un incendio. Nadie cree que un gran incendio pueda empezar con un cigarrillo o una cerilla, pero según los informes, muchos, muchísimos incendios empiezan con una colilla o con un fósforo, causando incalculables pérdidas en dinero, en heridos y en muertos.

La intención de los avisos es ayudarlos, no ponerlos furiosos, lo que sucede a menudo es que nos familiarizamos con ellos que ya ni los vemos, o si los vemos no les prestamos ningún sentido y esto es lo que me ha puesto a pensar.

Veamos un ejemplo: ¿Cuántos de ustedes recuerdan ahora los motivos de los cuadros que hay en la sala de la casa de ustedes?

(Señor Supervisor: Pregunte a una o dos personas para que le describan los cuadros que tienen en la sala de su casa)

Es difícil, ¿no es cierto? Están tan acostumbrados a esos cuadros que ya no los miran ni les ponen atención. Y lo mismo pasa con los avisos que hay aquí en la planta. Los avisos de “Peligro”, los avisos de precaución. Se acostumbra uno a ellos que ya no los miramos más, y no mirar los avisos es peligroso.

Si hay un aviso que diga “No operar sin guardas”, el aviso dice lo que quiere decir. La máquina sobre la cual está no es peligrosa, a menos, que las guardas estén en su lugar. Si no le ponen atención al aviso porque piensan que no está diciendo claramente lo que quiere decir, ustedes mismos se están exponiendo a un accidente.

No prestarle atención al aviso por cualquier motivo, operar la máquina sin guardas, significa exponerse a la oportunidad de un accidente grave.

Si ustedes son gente que les gusta vivir peligrosamente, no lo hagan. Hay otros que pueden sufrir por culpa suya.

Hay una buena razón para la colocación de cada aviso. Eso lo saben ustedes también como lo sé yo. Tiene que haberla, de otra manera la gerencia no tiraría la plata en avisos.

Los avisos se han puesto donde están para evitarles un accidente, una lesión. Este es su verdadero sentido.