Por qué puede necesitar habilidades como evaluación de riesgos, comunicación de crisis e inteligencia emocional.

Dentro del entramado de la resiliencia organizacional, los líderes de seguridad desempeñan un papel fundamental que va más allá de las responsabilidades convencionales. En el mundo posterior a la pandemia, el ámbito de la seguridad se ha ampliado, integrándose con las operaciones y la gestión de crisis de maneras que demandan que los profesionales de la seguridad posean una comprensión sofisticada y un conjunto diverso de habilidades. Este cambio subraya la importancia de fortalecer la competencia en los fundamentos de gestión de crisis, no por razones de cumplimiento, sino como una necesidad estratégica para proteger a los activos humanos (el núcleo de cualquier organización) en momentos críticos.

El papel en constante evolución de los líderes en seguridad

En el pasado, el liderazgo en EHS (Entorno, Salud y Seguridad) se centraba principalmente en mantener la seguridad a través del cumplimiento normativo, evaluaciones de riesgos e implementación de medidas preventivas. Sin embargo, el alcance ha evolucionado. Estos profesionales ahora son percibidos como colaboradores en la gestión de crisis, encargados de navegar por la compleja dinámica de la respuesta a emergencias, la recuperación de desastres y la continuidad del negocio. Como lo expresó Helen Keller, "Solos podemos hacer muy poco; juntos podemos hacer mucho". Este sentimiento encapsula la esencia del liderazgo en seguridad contemporáneo.

Los líderes de seguridad están ahora más involucrados en todos los ámbitos funcionales y desempeñan un papel crucial en un enfoque colaborativo de gestión de crisis que integra su experiencia con la de otras partes interesadas clave para fomentar una cultura resiliente.

Dentro del tejido de la resiliencia organizacional, los líderes de seguridad desempeñan un papel fundamental que se extiende más allá de las responsabilidades tradicionales. En el mundo posterior a la pandemia, el ámbito de la seguridad se ha ampliado, entrelazándose con las operaciones y la gestión de crisis de maneras que requieren que los profesionales de la seguridad posean una comprensión matizada y un conjunto diverso de habilidades. Este cambio enfatiza la importancia de mejorar la experiencia en los conceptos básicos de gestión de crisis, no con fines de cumplimiento, sino como una necesidad estratégica para proteger los activos humanos (el núcleo de cualquier organización) en tiempos de crisis.

La importancia de fortalecer las habilidades en la gestión de crisis

La naturaleza diversa de las crisis, que van desde calamidades naturales hasta amenazas cibernéticas, demanda que los líderes de seguridad posean una amplia gama de habilidades, como evaluación de riesgos, comunicación de crisis e inteligencia emocional. Mejorar las habilidades en estas áreas no es una opción, sino una necesidad imperativa. Invertir en la capacitación de profesionales de la seguridad sobre los principios fundamentales de gestión de crisis mejora su capacidad para anticipar crisis potenciales, diseñar planes de respuesta integrales y liderar eficazmente durante períodos difíciles. Al mejorar sus habilidades de gestión de crisis, los profesionales de la seguridad pueden aumentar su capacidad para comunicarse de manera efectiva para elevar la moral y garantizar que la fuerza laboral se mantenga comprometida y resiliente. Este enfoque centrado en las personas no solo fomenta un entorno organizacional favorable, sino que también contribuye a la recuperación y sostenibilidad de la organización después de la crisis. A medida que las organizaciones navegan por un panorama incierto, no se puede subestimar la importancia de fortalecer la experiencia de los profesionales de seguridad en los conceptos básicos de gestión de crisis. Se presenta como una inversión para fortalecer la resiliencia de la organización y salvaguardar el bienestar de sus recursos humanos.

Por Nikhil Rattan.