Fernando Alanís comparte visión sobre metales estratégicos en documento.
Durante su participación en la Convención de Minería celebrada en Cananea, Sonora, el Ing. Fernando Alanís, exdirector general de Grupo
La industria minera mexicana está experimentando un cambio profundo, impulsado por la transformación digital y la llegada de nuevas generaciones de profesionales. Históricamente percibida como un sector tradicional y conservador, la minería en México está adoptando tecnologías avanzadas que están revolucionando sus operaciones en múltiples áreas, incluyendo la extracción, el procesamiento y el mantenimiento de los recursos minerales.
Innovación tecnológica: La digitalización de la minería ha llevado a la implementación de tecnologías como la automatización, el análisis de datos en tiempo real, el uso de drones, la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT). Estas herramientas están optimizando la toma de decisiones, mejorando la precisión en la exploración y aumentando la seguridad en las operaciones al reducir la necesidad de intervención humana en entornos peligrosos.
Nuevas generaciones: La incorporación de jóvenes profesionales con conocimientos en tecnologías emergentes y una visión innovadora está cambiando la dinámica del sector. Estos nuevos talentos están desempeñando un papel fundamental en la adopción de prácticas más eficientes y sostenibles, y están ayudando a impulsar una cultura de innovación y adaptación dentro de la industria.
Beneficios de la transformación digital: La digitalización permite a las empresas mineras monitorear sus operaciones de manera más efectiva, identificar y resolver problemas antes de que se conviertan en críticos, y mejorar la eficiencia operativa general. Esto se traduce en un uso más eficiente de los recursos, menores costos operativos y una reducción en el impacto ambiental.
Futuro más sostenible: La transformación digital también está facilitando el camino hacia una minería más sostenible, al integrar tecnologías que permiten una gestión más responsable de los recursos y una menor huella de carbono. Además, la modernización de la industria está alineada con las expectativas sociales y ambientales, lo que contribuye a mejorar su reputación y aceptación.