• Lo ideal sería mediante un marco normativo que garantice la protección del medio ambiente y las comunidades.
A nombre del sector minero responsable afiliado a la Cámara Minera de México (CAMIMEX) y de las más de 3 millones de familias que dependemos de esta actividad, reiteramos el grave riesgo que existe por la aprobación en la Comisión de Puntos Constitucionales de la Iniciativa de Reforma Constitucional que pretende prohibir la minería a cielo abierto.
De ser aprobada en ambas Cámaras, tendrá consecuencias devastadoras para el desarrollo y estabilidad económica de México. Esta acción limitaría la capacidad de nuestro país para transformar sus recursos naturales en oportunidades de desarrollo e impulsar la transición hacia energías limpias, elevando costos y afectando la competitividad.
Los minerales mexicanos son esenciales en más de 70 industrias, como la electromovilidad, automotriz, siderúrgica, construcción, química, médica, entre otras.
El 60% del valor de la producción minero - metalúrgica nacional proviene de minas a cielo abierto. Los miembros de CAMIMEX operan con estrictos estándares en materia ambiental siempre en búsqueda de la mejora continua.
De continuar con la Reforma en su forma actual, con el tiempo existe el grave riesgo de:
• Perder más de 1 millón de empleos formales.
• Impacto a los índices de desarrollo de más de 690 comunidades mineras (rurales), los cuales se ubican muy por arriba de la media nacional.
• Comprometer más de 30 mil millones de pesos en diversas aportaciones fiscales para el erario Público Federal.
• Generaría una posible contracción económica por 250 mil millones de pesos anuales (-1% del PIB nacional).
• Eliminaría la condición de México como productor de minerales, convirtiéndolo en importador. Estas importaciones crecerían en 132% provocando un déficit en la balanza comercial de 93 mil millones de pesos.
• Restringiría el papel de México como productor de 9 minerales críticos para la región de Norteamérica dentro del marco de la transición energética. E.U.A. y Canadá permiten y regulan la minería a cielo abierto.
• Desalentaría la minería formal y persistirían las operaciones mineras informales, que carecen de estándares de seguridad y medioambientales.
La minería a cielo abierto NO debe prohibirse, sino fomentarse para consolidar la posición de México como productor de minerales esenciales. Es una actividad seria que se practica en el mundo, operarla de forma responsable y segura es deber de todos los grupos de interés. No se debe penalizar a la industria responsable, ni limitar la competitividad del país.
Reiteramos nuestra permanente disposición para participar en un diálogo constructivo con el Ejecutivo Federal, todas las autoridades y partes interesadas, para encontrar soluciones que contribuyan a un desarrollo ambiental, social y económico justo.