Jumbo anclador: clave en la estabilidad y seguridad de la minería subterránea
En la minería subterránea moderna, la seguridad estructural de los túneles y galerías es tan importante como la extracción misma
En la minería subterránea moderna, la seguridad estructural de los túneles y galerías es tan importante como la extracción misma del mineral. Para garantizar que cada frente de trabajo se mantenga estable después de la voladura, se emplean equipos especializados: los jumbos ancladores. Estas máquinas son esenciales en la colocación de pernos de anclaje, un proceso que refuerza el macizo rocoso y evita desprendimientos o colapsos.
Un Jumbo anclador (también conocido como rock bolter o jumbo de sostenimiento) es una máquina hidráulica diseñada para instalar anclas o pernos de roca en los techos, paredes y frentes de túneles mineros.
Cuenta con uno o varios brazos articulados —similares a los de un Jumbo perforador— equipados con sistemas de perforación, inyección y atornillado que permiten barrenar, insertar y fijar los pernos de sostenimiento de manera mecanizada y segura.
Su diseño compacto, estable y de bajo perfil permite operar en espacios reducidos y con pendientes pronunciadas, características típicas de la minería subterránea.
El jumbo anclador tiene la función principal de reforzar el terreno después de las voladuras o excavaciones. Al colocar pernos metálicos o de resina en puntos estratégicos de la roca, logra que el macizo actúe como una estructura unificada, reduciendo el riesgo de caídas de material y asegurando la estabilidad del túnel.
Este proceso es parte fundamental del sostenimiento primario, la primera línea de defensa ante las tensiones naturales del terreno.
Fabricantes como Sandvik o Epiroc, han desarrollado modelos especializados como el Sandvik DS422i o Epiroc Boltec M10, que combinan automatización, control remoto y sistemas de seguridad avanzados, permitiendo operar incluso en condiciones geológicas complejas.
El jumbo anclador es una pieza clave en la minería subterránea moderna. Su función va más allá de colocar pernos: es el garante de la seguridad estructural en las labores subterráneas.
Gracias a su tecnología y precisión, los proyectos mineros logran operaciones más seguras, sostenibles y eficientes, asegurando que cada túnel, galería y rampa mantenga su integridad a lo largo del tiempo.