• La minera producirá 96 mil onzas de oro y 600 mil de plata anualmente.
• Nuestro mayor reto en el desarrollo del proyecto ha sido la pandemia: Sergio Sáenz.
• El proyecto se ubica a 200 kilómetros al norte de la capital zacatecana.

Mazapil, Zac.- Con una inversión de 136 millones de dólares, el proyecto minero Camino Rojo de la compañía canadiense Orla Mining, presenta un avance cercano al 60 por ciento en el semidesierto zacatecano, propiamente en la comunidad de San Tiburcio, en el municipio de Mazapil, Zacatecas.

Sergio Sáenz, Gerente General de Minera Camino Rojo y Country Manager en México de Orla Mining, señaló que será entre finales del 2021 y principios del 2022, cuando el proyecto finalice su construcción.

Sin embargo, probablemente para el mes de diciembre arranque la producción de minerales, principalmente oro y algo de plata, “vamos a extraer principalmente oro y también tenemos plata pero en menores cantidades”, especificó Sergio Sáenz.

“La producción en oro será en promedio de 94 mil onzas por año, con años con mas alta producción y otros más baja, pero el promedio 94 mil; en plata serán 600 mil onzas de plata anuales”, agregó.

La planta de procesamiento de minerales de Camino Rojo esta diseñada para procesar 18 mil toneladas por día -comenta el ejecutivo-, y aunque se construye con un margen superior a las 18 mil, la meta es producir esa cantidad diariamente.

En cuanto al periodo de vida de la mina, Sáenz explicó que al inicio del proyecto, la vida estaba estimada en 6 años y medio; sin embargo, a través de un convenio con la empresa Fresnillo plc, la cual cuenta con concesiones mineras vecinas de Orla Mining, el tiempo de vida se extendió a 10 años con 4 meses.

“Este año completamos un convenio con nuestros vecinos Fresnillo Plc que nos permiten ingresar a una parte de su concesión minera y esto nos permite profundizar mas en nuestra concesión y extraer el total de onzas que están en las reservas y con esto se extiende 4 años para llegar a los 10 años 4 meses”, señaló Sergio Sáenz.

Agregó que la zona del semidesierto zacatecano es de mucho interés geológico, con mucho potencial para la exploración minera, aunque la zona no permite una exploración fácil, ya que sus características la vuelve costosa.

Aun así la gran cantidad de proyectos mineros como Newmont Peñasquito es referencia del alto potencial minero de la zona norte del estado de Zacatecas. Camino Rojo cuenta con una concesión minera que abarca 163 mil hectáreas y en un futuro se explorarán los alrededores de la mina.

RETOS

Sin duda uno de los principales retos que tuvo el proyecto Camino Rojo para arrancar su construcción fue la pandemia provocada por el Covid-19, y aunque en la parte de ingeniería a detalle el proyecto continuo en marcha, en la compra de equipos necesarios para la adecuación de la mina, se tuvieron retrasos, aunque la compras anticipadas de los mimos, ayudaron a eliminar en parte la demora.

“El reto número uno ha sido ese, la pandemia, no hemos experimentado retrasos importantes o problemas sociales o de otro tipo, más que la parte de los problemas normales de construcción.

Realmente el principal problema ha sido la pandemia y no nos ha ido mal, implementamos protocolos muy estrictos de control y hemos tenido pocos casos de contagios, cortamos la cadena de contagiados previniendo y reaccionando lo antes posible y por ello no ha sido significativo”, agregó.

EMPLEO Y PROVEEDURÍA

Actualmente en la construcción del proyecto trabajan cerca de 1 mil personas; sin embargo, para la operación se tendrán a 450 colaboradores únicamente de manera directa, con un promedio de entre 1 mil 200 y 1 mil 400 de manera indirecta.

Aunque dentro de los planes de la empresa esta la generación de empleo local, con énfasis en las comunidades cercanas y de ahí, abarcar el estado. “Afortunadamente Zacatecas tiene mucha experiencia minera y la región cuenta con personal calificado, es un lugar privilegiado en ese sentido”.

Incluso, Sergio Sáez señaló que en el tema salarial tiene como meta ser muy competitivos, y muestra de ello es que una gran cantidad de solicitudes laborales son de personas que ya trabajan en otras minas y desean cambiarse a Camino Rojo.

En el caso del outsourcing y la nueva reglamentación para ese concepto, Sáenz declaró que desde el inicio de Camino Rojo, se prospecto no contar con empresas de servicios, si no una sola que cumpla con todas las leyes laborales, por lo que dicha controversia no significó un problema para ellos.

Aunque aseguró que si requerirán de servicios especializados lo cual si permite la Ley, en el caso por ejemplo, de necesitar una empresa de desarrollo minero, entre otras.

Respecto a la proveeduría, el concepto de la compañía canadiense ha sido desde un inicio el de contratar proveedores locales, y aunque en las comunidades cercanas ha sido complicado localizar empresas debido a que la gran mayoría migran hacia ciudades como Saltillo o Monterrey, en vinculación con la Secretaría de Economía del Gobierno de Zacatecas, ha sido posible contratar empresas constructoras zacatecanas que han dado buenos resultados.

“Otro fenómeno que se ha dado es que somos el único proyecto minero en construcción en México y muchas de estas empresas nos buscan, por eso no hemos tenido mucho problema encontrando proveedores, mas bien aquí es seleccionar cuales son los mejores y mantener los criterios de cómo los escogemos”.

Aseguró que la decisión de elegir proveedores o contratistas no se basa en el precio del servicio, si no en la propuesta técnica y su ubicación, la cual facilita una reacción o respuesta rápida ante emergencias.

“Creo que los proveedores de la industria minera conocen las exigencias del sector y ellos hacen sus propuestas basados en esto”.