Highland Gold Mining implementa pruebas piloto con sensores de movimiento de explosión de la marca Mayak, utilizados por primera vez en sus operaciones. La compañía reporta buenos resultados en la recuperación de los dispositivos y en la calidad de los datos obtenidos durante las pruebas.
En una voladura, el desplazamiento real de la masa rocosa suele diferir de las predicciones debido a la heterogeneidad del macizo, la presencia de fracturas, variaciones en las propiedades mecánicas de la roca y cambios en la densidad o parámetros de inicio del explosivo. Estos factores influyen de manera directa en la distribución final del mineral.
El uso de sensores permite determinar con precisión la dirección y magnitud del movimiento de cada bloque, conocer la ubicación real del mineral y los estériles después de la explosión e identificar zonas con sobresalto o subruptura. Esta información resulta esencial para reducir pérdidas tecnológicas y evitar la dilución del mineral durante las etapas posteriores de manejo y procesamiento.
