Peñoles impulsa el talento joven, forjando un futuro sostenible en las comunidades mineras
Industrias Peñoles invierte en el recurso más valioso, el potencial humano, reconociendo que el éxito de las comunidades está ligado
Reportaje Mineacademy.mx
En el vasto y desafiante mundo de la minería moderna, todo comienza con una etapa silenciosa pero crucial: la exploración. Newmont Corporation, una de las principales compañías mineras del mundo, comparte una visión clara y rigurosa sobre esta fase inicial del ciclo de vida de una mina. Se trata de una combinación de ciencia, tecnología y responsabilidad social, donde la probabilidad de éxito es reducida, pero el impacto potencial es inmenso.
Explorar un sitio no es simplemente buscar minerales; es realizar una evaluación integral del territorio. En promedio, apenas uno de cada 3,000 descubrimientos termina convirtiéndose en una mina operativa. A esto se suma que solo el 10% de los depósitos encontrados tienen suficiente contenido para ser explotados de manera rentable. Bajo ese contexto, la exploración exige paciencia, precisión y una fuerte ética profesional.
Newmont define esta etapa como un trabajo a largo plazo, donde intervienen múltiples disciplinas: geología, biología, relaciones comunitarias, ingeniería ambiental, entre otras.
➡️El primer paso es la prospección, donde se asegura el acceso legal a la tierra y se realizan muestreos de suelos, análisis geoquímicos y estudios geofísicos. Estas herramientas permiten identificar zonas prometedoras bajo criterios científicos rigurosos.
➡️Paralelamente, se desarrollan los estudios de referencia, un componente vital en la visión de Newmont. Aquí, se inicia el levantamiento de información ambiental y social que será fundamental durante toda la vida útil del proyecto. Se estudian ciclos migratorios de fauna, patrones estacionales y la dinámica social de las comunidades. Esta fase marca también el comienzo del relacionamiento con las personas que habitan la región.
➡️Si los primeros datos resultan favorables, comienza la perforación exploratoria, una tarea minuciosa que permite obtener muestras del subsuelo. Cada núcleo extraído es enviado a laboratorios para analizar su contenido mineralógico. Es en esta etapa donde los indicios se convierten en certezas o descartes.
➡️Finalmente, toda la información recolectada se utiliza para construir modelos tridimensionales (3D) que representan la geología subterránea. Estos modelos no solo muestran la localización de los minerales, sino que permiten planear con antelación la posible operación, evaluar su rentabilidad y proyectar su viabilidad técnica, social y ambiental.
Para Newmont, comenzar un proyecto con rigurosidad técnica y sensibilidad humana no es una opción, sino un principio fundamental. En sus operaciones alrededor del mundo, la compañía ha demostrado que un proceso de exploración bien ejecutado sienta las bases para relaciones sólidas con las comunidades, una mejor gestión del medio ambiente y, sobre todo, proyectos mineros sostenibles.
Mientras otros podrían enfocarse únicamente en los resultados inmediatos, Newmont apuesta por el largo plazo, consciente de que la minería del futuro se construye desde el primer paso: explorando con responsabilidad.