Este verano, estudiantes de Colorado School of Mines están profundizando su aprendizaje práctico en la Mina Edgar, una instalación experimental ubicada en Idaho Springs, Colorado.
Durante las últimas semanas, alumnos de la carrera de Ingeniería de Minas han desarrollado actividades como topografía subterránea, protocolos de seguridad minera y otras habilidades fundamentales como parte de su sesión de campo de verano. Gracias a este programa, los futuros ingenieros tienen acceso a infraestructura especializada, incluyendo un aula subterránea y equipos de minería de última generación, lo que les permite aplicar en la práctica los conocimientos adquiridos en las aulas.
Este tipo de programas subraya la importancia de contar con espacios experimentales reales para la formación de ingenieros de minas. En México, la implementación de campamentos experimentales de este nivel para estudiantes de universidades y escuelas técnicas podría representar una valiosa oportunidad para fortalecer las habilidades prácticas de los futuros profesionales del sector minero. Contar con minas escuela o laboratorios subterráneos ayudaría a reducir la brecha entre la teoría académica y las exigencias operativas de la industria minera nacional, formando egresados mejor preparados para integrarse a las operaciones reales.
La inversión difícilmente saldrá del presupuesto público, la minería no es un sector escencial para las políticas públicas de México. Las compañías mineras tendrán que invertir en este tipo de infraestructura y facilidades para contar contar con mejor personal capacitado y disminuir las brechas y bajar los costos del desarrollo de talento.
Sin duda es menos costoso en el proceso de formación, que errores y la curva de aprendizaje en la operación.
