Zacatecas, Zac. En el marco del Seminario ¿Qué hacemos con el Litio? organizado por la Universidad Autónoma de Zacacates, Luis Alberto Echazú Alvarado, ministro de Minería y Metalurgia en el gobierno de Evo Morales en su participación en la conferencia “La filosofía de la estrategia nacional de industrialización del litio en Bolivia”, explicó conceptos y fundamentos políticos, ideológicos, económicos y sociales del proyecto de industrialización de los recursos evaporíticos.

El proyecto de industrialización del litio en Bolivia, basado en la soberanía de los recursos naturales, surgió como consecuencia de los estragos causados por el neoliberalismo, pues 70 por ciento de las utilidades se quedaba con las empresas y una mínima parte se quedaba en el país, informó

“No puede haber ningún contrato a ninguna empresa nacional, privada o extranjera, que permita el acceso y la explotación. Eso está prohibido y por eso hemos fracasado en explicar al pueblo boliviano que es imposible que nosotros que hicimos la ley podamos entregar eso, ni siquiera en calidad de socios, a una empresa extranjera”.

“A partir de entonces el operador minero no es dueño del territorio, simplemente es una empresa que usufructúa, pero con ciertas limitaciones: tiene que hacer minería, ya no puede tener el yacimiento ni puede venderlo o transferirlo; es un yacimiento para producir en beneficio del pueblo boliviano”.

El neoliberalismo planteó el adelgazamiento del Estado, la instauración de la economía de libre mercado, apertura a la invasión extranjera y la privatización de las empresas públicas, los cuales precedieron a una etapa de “capitalización” de la economía.

“En la embestida neoliberal que es realmente una experiencia nefasta, hay que saber, que cuando viene, arrasa con todas las conquistas precedentes. En Bolivia se despidió a 30 mil trabajadores mineros de la empresa estatal; más de 50 mil trabajadores fabriles, de las empresas públicas, y se privatizó la seguridad social a largo plazo”

Así, Echazú Alvarado indicó que “a partir de entonces el operador minero no es dueño del territorio, simplemente es una empresa que usufructúa, pero con ciertas limitaciones: tiene que hacer minería, ya no puede tener el yacimiento ni puede venderlo o transferirlo; es un yacimiento para producir en beneficio del pueblo boliviano”.

Información: Martín Catalán, la Jornada Zacatecas.