A partir de hoy, Estados Unidos ha implementado un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio, medida que impactará a todos sus socios comerciales, incluyendo a México. La decisión, anunciada por el presidente Donald Trump y confirmada por el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, se fundamenta en dos proclamaciones presidenciales emitidas en febrero.
“Un arancel del 25 por ciento al acero y al aluminio, sin excepciones ni exenciones, entrará en vigor para Canadá y todos nuestros demás socios comerciales a medianoche”, declaró Desai.
Asimismo, la administración estadounidense ha precisado que estos aranceles se suman a los del 25 por ciento ya implementados desde el 4 de marzo, por lo que el gravamen total ascendería al 50 por ciento.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las exportaciones de productos afectados por estos aranceles podrían superar los 20 mil millones de dólares, lo que representa aproximadamente el 4.7 por ciento del total de las exportaciones mexicanas y más del 1.5 por ciento del PIB de 2024.
El IMCO advirtió que la imposición de estos aranceles impactará una amplia gama de productos, entre ellos autopartes, electrodomésticos y electrónicos, sectores fundamentales para la industria de al menos once entidades mexicanas. “La suma de las exportaciones de estos bienes superó los 20 mil millones de dólares en 2024”, señaló el organismo, advirtiendo que la medida podría afectar la operatividad y eficiencia de estas industrias.
Rodolfo Ostolaza, economista de Citibanamex, indicó que las restricciones comerciales afectarán directamente a dos grupos de exportaciones mexicanas. El primero, valuado en 7 mil millones de dólares, abarca productos de acero y aluminio clasificados en los capítulos 73 y 76 del sistema arancelario. Estas fracciones representaron el 86.4 por ciento y el 42.5 por ciento de las exportaciones totales de México en dichos capítulos durante 2024, respectivamente.
El segundo grupo, estimado en aproximadamente 8 mil millones de dólares, incluye productos que contienen acero o aluminio, aunque no estén clasificados en los capítulos mencionados. Entre estos se encuentran paraguas, maquinaria, equipo de transporte, electrodomésticos y juguetes.
El sector industrial mexicano se mantiene en alerta ante el impacto que esta decisión podría generar en la cadena de suministro y la competitividad de las exportaciones nacionales.