Dado que los impactos de la pandemia en curso continúan sintiéndose en todo el mundo, la naturaleza esencial de los minerales y metales para la tecnología médica se ha puesto más de relieve que nunca.
Los compuestos a base de metales son cruciales para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Desde el uso de uranio en isótopos médicos hasta el papel del zinc en la prevención de la propagación de enfermedades a través de su uso en desinfectantes y el uso del níquel en dispositivos quirúrgicos, la minería, sin duda, desempeña un papel fundamental en la atención médica mundial.
El papel de la minería en la prevención de enfermedades infecciosas es particularmente importante para nuestro sistema de salud con hospitales de todo el mundo que utilizan metales como el cobre antimicrobiano para prevenir las infecciones adquiridas en hospitales dada su capacidad para matar continuamente el 99,9 por ciento de las bacterias infecciosas, algo que ha sido particularmente integral para disminuir la propagación del COVID-19.
El auge de la nanotecnología también ha abierto una nueva frontera en la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, en particular con la tecnología de nanopartículas de oro que se utiliza para dirigir y administrar radiación directamente en los tumores cancerosos. Solo un ejemplo de cómo la investigación en curso sobre esta tecnología específicamente está desempeñando un papel en la innovación en el cuidado de la salud es el trabajo que está realizando actualmente el Dr. Raymond Reilly , reconocido especialista en radiofármacos y profesor de la Facultad de Farmacia Leslie Dan de la Universidad de Toronto, y beneficiario de la Beca de Innovación de la Sociedad Canadiense del Cáncer.
El Dr. Reilly y su equipo actualmente están utilizando nanopartículas de oro que pueden administrar con precisión altas dosis de radiación directamente a las células tumorales mientras minimizan el daño a las células cerebrales sanas. Este trabajo está estudiando más a fondo si esta nueva forma de radiación también puede aumentar la respuesta inmune contra el tumor y mejorar la eficacia de los medicamentos de inmunoterapia. El enfoque ya ha mostrado éxito en el tratamiento de tumores de glioblastoma en estudios preclínicos. El glioblastoma es la forma más letal y más común de cáncer cerebral.
Esta es la primera vez que las nanopartículas que administran radiación e inmunoterapia se prueban en combinación para tratar el glioblastoma y, si tienen éxito, podrían prevenir la recaída de la enfermedad y ayudar a las personas con este agresivo tumor a vivir más tiempo. |