El oro es un elemento metálico que debido a sus características es idóneo para la fabricación de diversos objetos, ya que puede fundirse y moldearse tomando su dureza nuevamente al enfriar. Dentro de la sociedad este elemento en particular se ha tomado como un símbolo de riqueza pues ha sido utilizado para trofeos, joyas emblemas y respaldo del sistema monetario en varios países, pero hasta el momento no se tenía una pista sobre el origen de este material precioso.

La tierra se divide en tres capas la corteza, el manto y el núcleo. En la corteza, se encuentran los minerales que extraemos y que sustentan nuestra economía como el oro la plata y el cobre. Y si bien estos materiales se han extraído por muchos años, pero aún no sabemos sobre su verdadero origen.

El manto terrestre inicia a una profundidad que va desde los 17 kilómetros bajo los océanos y desde los 70 kilómetros bajo los continentes, lo que aún es una distancia a la cual a pesar de los avances tecnológicos ningún hombre ha podido llegar. Pero algo interesante es que materia del manto si ha podido llegar a la superficie mediante procesos naturales diversos como las erupciones volcánicas que arrastran pequeños fragmentos o Xenolitos a la superficie.

Pero las condiciones perfectas para que estos materiales se crearan de manera natural surgieron después de la desintegración de la Pangea, cuando los continentes se comenzaron a formar se abrió el acceso al manto profundo lo que enriqueció de minerales a la corteza generando un lugar perfecto para la creación del oro, esta hipótesis da nuevas pistas sobre los yacimientos de minerales que provienen de la profundidad del manto, pues aún no se conoce la ubicación del 80% de este material obligándonos a crear nuevas tecnologías para la exploración más allá de las fotografías superficiales y radiografías de la corteza que se utilizan actualmente.