El oro registró otro máximo histórico la mañana del miércoles, impulsado por las crecientes incertidumbres políticas y geopolíticas que afectan los mercados internacionales. La combinación de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el conflicto en Medio Oriente ha mantenido el atractivo del metal precioso como refugio seguro para los inversionistas.

Los futuros del oro para entrega en diciembre, negociados en el CME (Chicago Mercantile Exchange), alcanzaron brevemente los 2,801.70 dólares por onza, superando el récord de la semana pasada durante el comercio nocturno.


Un activo resiliente en medio de condiciones adversas

Este repunte del oro se produce en un contexto complejo, marcado por el aumento de los rendimientos de los bonos y la fortaleza del dólar estadounidense, factores que tradicionalmente tienden a reducir el atractivo de los metales preciosos. Sin embargo, el oro ha demostrado ser una inversión resistente, ya que los riesgos geopolíticos y la volatilidad económica global siguen impulsando la demanda de activos considerados seguros.

Con este último aumento, el precio del lingote acumula una ganancia aproximada del 34% en lo que va del año, consolidándose como uno de los activos con mejor rendimiento en 2024.


Perspectivas y factores que influencian al mercado

Analistas señalan que el mercado del oro seguirá influenciado por varios factores:

  • Tensión geopolítica en Medio Oriente: El conflicto en la región aumenta la incertidumbre sobre los precios de la energía y la estabilidad financiera global.
  • Elecciones en Estados Unidos: La incertidumbre política y los temores sobre la gobernabilidad futura impulsan el interés en activos seguros.
  • Política monetaria: Los cambios en las expectativas sobre las tasas de interés por parte de la Reserva Federal también jugarán un papel clave en la dirección del mercado del oro.

Con la posibilidad de más volatilidad en los mercados globales, el oro podría continuar en su tendencia alcista, manteniéndose como un activo crucial para los inversionistas que buscan protegerse contra los riesgos económicos y políticos.