La minería de plata sigue siendo un pilar crucial en la economía global, aunque su producción ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años. En 2023, las minas de plata en todo el mundo produjeron un total de 830.5 millones de onzas, una cifra significativa, pero que se espera que disminuya aproximadamente un 1% en 2024, con una proyección de 823.5 millones de onzas.
La producción minera de plata ha estado cayendo de manera constante durante casi una década, después de alcanzar su punto máximo en 2016, cuando se produjo 900,1 millones de onzas. Mientras tanto, la demanda de plata ha seguido una tendencia creciente, superando la oferta durante tres años consecutivos. Según el Instituto de la Plata, este déficit en el mercado comenzará en 2024, impulsado principalmente por la creciente demanda industrial, particularmente en la energía solar, un sector que cada vez requiere mayores cantidades de este metal para sus tecnologías.
Aunque la minería de plata es una industria importante, es relevante destacar que solo entre el 20 y el 30 por ciento de la plata extraída a nivel mundial proviene de minas de plata primaria. El resto, entre el 70 y el 80 por ciento, se obtiene como subproducto de la extracción de otros metales como el cobre, el plomo y el zinc.
México sigue siendo el mayor productor de plata a nivel mundial, con 202.2 millones de onzas extraídas en 2023, consolidándose como un actor clave en el mercado global de metales preciosos. Le siguen China y Perú, con producciones de 109.3 millones y 107.1 millones de onzas, respectivamente. Otros países como Chile, Bolivia y Polonia también ocupan posiciones destacadas en la lista de los principales productores de plata, con cantidades de producción que varían entre los 40 y 50 millones de onzas anuales.
Además de la minería primaria, la plata también se obtiene en menor medida de otros países que no están entre los mayores productores, pero que contribuyen de manera significativa a la oferta mundial. Entre estos se encuentran Estados Unidos, Argentina, India y Kazajistán, con producciones de entre 23 y 32 millones de onzas por año.
Este panorama de la producción de plata refleja tanto los retos del sector minero como las oportunidades que surgen debido a la creciente demanda, especialmente en la industria de las energías renovables y la electrónica. A medida que los países continúan buscando alternativas sostenibles y tecnológicas, la plata seguirá siendo un recurso esencial, lo que garantiza su relevancia en el mercado global en los años venideros.
Con el creciente déficit proyectado, los analistas del mercado de metales preciosos advierten sobre la necesidad de continuar explorando nuevas fuentes de suministro y adaptarse a las nuevas dinámicas de la demanda industrial. El futuro de la plata dependerá en gran medida de los avances en la minería, la eficiencia en la extracción y el impulso hacia una transición energética global, en la que la plata jugará un papel fundamental.