La empresa operará a partir de los ingresos que obtenga por la explotación del litio y de sus cadenas de valor, y de los recursos que le sean asignados en el PEF.

La empresa estatal Litio para México (LitioMX) ya cuenta con un Estatuto Orgánico, que establece las bases para su operación.

El nuevo organismo fue creado en agosto de 2022, con el objetivo de que fuera el ente encargado de guiar la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio, ubicado en territorio nacional, así como la administración y control de las cadenas de valor económico de dicho mineral.

Siete meses después, la empresa estatal ya cuenta con un instrumento normativo que regula la estructura y el funcionamiento.

¿Qué hará la nueva empresa?

Sus actividades no estarán limitadas a la exploración, extracción y procesamiento del blanquizco mineral, puesto que también contará con una unidad encargada de la planeación estratégica, manufactura y comercialización.

El Centro Internacional de Excelencia en la Administración Sostenible de Recursos en Industrias Extractivas y Energías en México (ICE-SRM) de la Organización de las Naciones Unidas, considera que la cadena de valor en torno al mineral encontraría una ventana de oportunidad si en el corto plazo empezara a centrarse en su procesamiento para la producción de baterías de litio, indispensables para el funcionamiento de los autos eléctricos. Desde su perspectiva, una solución sería que México comenzara a importarlo.

“Si decidimos esperar hasta que lo tengamos y no construimos plantas de generación de baterías, ni me meto con circuitos eléctricos, yo diría que estaríamos perdiendo una ventaja del potencial que tenemos aquí… Para que cuando tengamos ya el litio nacional, en todo este proceso que va a tomar cierto tiempo, estemos ya en las posibilidades y en construcción de capacidades para poderlo llevar a cabo (en toda su cadena de valor)”, argumenta en entrevista con Expansión Ulises Neri, director ejecutivo del centro.

(Vista aérea de una mina de litio. Visitantes se paran sobre un gran montículo de subproducto de sal)

Si bien, uno de los argumentos mayormente utilizados por el presidente Andrés Manuel López Obrador para impulsar la creación de LitioMx era que ésta no tendría asociaciones con empresas privadas, el documento reciente publicado en el Diario Oficial de la Federación muestra una mayor flexibilidad.

De acuerdo con el Capítulo Octavo, De la Unidad de Exploración, Extracción y Procesamiento, en el Artículo 27 inciso VII, la estatal podrá “analizar posibles alianzas con empresas privadas para la adopción de nuevas tecnologías para la exploración, explotación y procesamiento del litio”.

¿Cuál será la fuente de ingreso?

De acuerdo con el Estatuto Orgánico, LitioMx integrará su patrimonio y operará a partir de los ingresos que obtenga por la explotación del litio y de sus cadenas de valor, así como de los recursos que le sean asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio fiscal correspondiente.

El documento también contempla los bienes muebles e inmuebles que el gobierno federal le aporte, así como aquellos que los diversos órdenes de gobierno le transfieran, en términos de las disposiciones aplicables; y los demás ingresos, bienes, derechos o recursos que reciba, adquiera, o "se le transfieran, asignen, donen o adjudiquen".

Desde la perspectiva de Neri, este esquema es similar al de otros organismos públicos como el Instituto Mexicano del Petróleo, donde el desarrollo de sus propias actividades llevan a la obtención de sus recursos.

¿Cómo va la extracción de litio?

Hasta el momento no se ha extraído ni un gramo del mineral en el territorio nacional. El único yacimiento de litio con reservas confirmadas ubicado en Bacadehuáchi, Sonora, se encuentra en manos de la compañía china Ganfeng Lithium, la cual se ha mantenido al margen de hacer comentarios en torno a la empresa estatal recién creada

Al mismo tiempo, los periodos para comenzar a ver las utilidades de un proyecto de litio no son cortos. La Agencia Internacional de Energía considera que el plazo promedio de maduración de un proyecto de litio en el caso de Australia, uno de los países con mayores reservas de éste, son de, por lo menos, cuatro años, cifra que se eleva a entre siete y ocho años en el caso de América Latina.

La cadena de valor en torno al litio, que comienza a formarse poco a poco en el país, sucede en medio de la nueva narrativa que ha adquirido la minería en torno a la búsqueda de esquemas más sostenibles, lo que trae consigo la necesidad de delimitar, de forma explícita, sus actividades, pese a que ya esté agrupado en el sector coordinado por la Secretaría de Energía.

“Más allá si existe una subsecretaría, una secretaria, un organismo, se necesita coordinación y una normativa que ayude a ello, para que quede claro cuáles son sus atribuciones, sus fronteras y sus actividades. Creo que ayudaría mucho, en cualquier país”, agrega.

Por: Tzuara De Luna, Expansión.