La región del noroeste de Columbia Británica, conocida históricamente como el Triángulo Dorado, alberga el 75% de los recursos de cobre conocidos de Canadá y se perfila como un eje clave para la transición energética global. Este territorio, al que también se le denomina el Corredor del Cobre, destaca por su importancia geológica, según lo señaló un representante de Newmont.

“El cobre está en el centro de la transición energética, un imperativo global que no se puede subestimar”, destacó durante una presentación. La minera tiene planes ambiciosos para la región, incluyendo la incorporación de minería subterránea mediante hundimiento de bloques en sus operaciones a cielo abierto en Red Chris, donde Newmont posee el 70% de participación e Imperial Metals el 30% restante.

Aumento significativo en la producción de cobre.

El proyecto de excavación en bloques de Red Chris podría incrementar la producción de cobre de Canadá en un 15%, mientras que el desarrollo del proyecto Galore Creek tiene el potencial de elevarla en más del 35%. “Estos proyectos colocan a Columbia Británica como un líder mundial en minerales críticos extraídos de manera responsable”, afirmó el portavoz de la compañía, resaltando que la colaboración con las Primeras Naciones y la integridad en el desarrollo minero son pilares esenciales para alcanzar estos objetivos.

Papel clave en la transición energética

Además de fortalecer la producción nacional de cobre, Newmont subrayó la importancia de la región en el suministro de materiales esenciales para tecnologías limpias y energías renovables. “Columbia Británica tiene un papel global crucial al proporcionar minerales para la transición energética y al establecer un precedente en el desarrollo reconciliatorio de recursos”, concluyó, destacando que el trabajo conjunto con las comunidades indígenas será determinante para el éxito de estos proyectos.