
Miguel Antonio Rodríguez Díaz, alias “Cuchillo”, señalado como el principal sospechoso del secuestro y asesinato de 13 trabajadores de seguridad en una mina de oro en Perú, fue detenido en Medellín, Colombia, según confirmó el Ministerio del Interior peruano.
La captura fue posible gracias a un operativo conjunto de inteligencia entre la Policía Nacional del Perú, la Policía de Colombia e Interpol, con el apoyo de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Rodríguez Díaz enfrenta acusaciones por crimen organizado, secuestro agravado y homicidio agravado, y será extraditado a Perú para enfrentar a la justicia.
Los hechos ocurrieron el 26 de abril, cuando un grupo armado secuestró a 13 guardias de seguridad de la mina La Poderosa, en el conflictivo distrito de Pataz, región norte del país golpeada por la minería ilegal y el accionar de bandas criminales fuertemente armadas. Los trabajadores fueron mantenidos en un pozo minero y posteriormente ejecutados a quemarropa, según revelan grabaciones difundidas en redes sociales.
La mina La Poderosa ha sido blanco de repetidos ataques violentos. En diciembre de 2023, un asalto con explosivos dejó nueve muertos y 15 heridos, mientras que otro ataque similar tuvo lugar en abril del mismo año.
Este nuevo episodio de violencia llevó al gobierno peruano a instalar una base militar en Pataz, como medida para recuperar el control de la zona, dominada por la minería ilegal. De acuerdo con la empresa, casi 40 personas, entre contratistas y mineros, han sido asesinadas en los últimos meses en el distrito.
El auge del precio del oro ha disparado la minería ilegal en Perú, que según el Instituto Peruano de Economía generó más de 6 mil millones de dólares en 2024. Este crecimiento ha traído consigo una espiral de violencia, crimen organizado y colapso institucional, replicada también en Ecuador y Colombia, donde los gobiernos han declarado estados de emergencia ante el avance de actividades delictivas vinculadas a la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión.
La detención de “Cuchillo” representa un paso clave, pero deja al descubierto una crisis estructural y regional que amenaza tanto la seguridad como la viabilidad del sector minero legal en América Latina.