La mayoría de las personas ignoramos que los minerales metálicos son fuentes naturales de radiación, a pesar de que estos en su mayoría contienen niveles muy bajos de radiación y no afectan directamente a la salud, sí que pueden llegan a afectar equipos sensibles a ésta.

La industria de los semiconductores, por ejemplo, gasta miles de millones cada año para obtener y "depurar" niveles ultrarresistentes de materiales radiactivos de microchips, transistores y sensores sensibles.

Los científicos del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico del Departamento de Energía de EE.UU. han desarrollado un método sencillo y confiable con el que se separan y detectan las ultratrazas. Estos elementos radiactivos naturales son problemáticos en bajos niveles, como los átomos de uranio y torio, pues suelen estar escondidos entre metales valiosos como el oro y el cobre, que son utilizados muy comúnmente en los aparatos electrónicos. Hasta ahora ha sido muy complicado y muy poco práctico, determinar la cantidad de radioactividad que se encuentra en las muestras de mineral extraído en todo el mundo.

La obtención de materiales con niveles muy bajos de radiación natural es esencial para ciertos tipos de instrumentos y detectores sensibles, como los que buscan pruebas de partículas actualmente no detectadas que, según muchos físicos, constituyen la mayor parte del universo.