China ha incrementado las importaciones de chatarra de cobre mientras las fundiciones buscan materias primas alternativas ante la escasez de mineral extraído. En los primeros cinco meses de 2024, el mayor productor de cobre refinado del mundo recibió casi un millón de toneladas de chatarra, encaminando las importaciones hacia su año más fuerte desde 2018. El uso de chatarra permite a las fundiciones mantener volúmenes récord de producción de cobre a pesar de la crisis en el suministro de mineral.
La chatarra de cobre, proveniente de desechos de fábricas, edificios demolidos y automóviles desechados, es una alternativa importante al mineral de las minas. Su disponibilidad está estrechamente ligada a los precios del mercado, aumentando cuando los precios del cobre son altos. Los futuros del cobre superaron los 11,000 dólares por tonelada el mes pasado.
No obstante, la demanda de chatarra muestra signos de moderación. En mayo, las importaciones chinas disminuyeron un 12% a 198,349 toneladas en comparación con abril, que había registrado el total mensual más alto desde 2018, según datos de aduanas.