Codelco, Salar Blanco y Simco cuentan con proyectos en esta zona y se disputan el derecho de explotación, caso que incluso ha llegado a tribunales.

Estamos contentos con los resultados y el futuro que se empieza a dibujar en el Salar de Maricunga. Aunque todavía quedan por delante varios meses de trabajo para determinar un potencial proyecto futuro”.

Codelco

Con el litio como objeto del deseo de las mineras, eléctricas y fabricantes de automóviles, el Salar de Maricunga -el segundo con mayor concentración de mineral tras la cuenca de Atacama- se convirtió en un nuevo campo de batalla, donde hoy existen tres empresas: Codelco, Salar Blanco y Simco (Grupo Errázuriz y fondo asiático Simbalik). Y las tres están en una carrera por producir.

Salar Blanco, de Lithium Power, vendió a Albemarle pertenencias en Australia para hacer caja y centrarse en Chile, donde trabaja en la configuración financiera del proyecto -que demanda 700 millones de dólares - para iniciar su construcción en 2023, según ha explicado en foros públicos y privados.

Pero Codelco ha impugnado en tribunales que tenga derecho a hacerlo, aunque, como reconoció el presidente del directorio, Máximo Pacheco, “ellos (Salar Blanco) han tenido varias reuniones con nosotros; han estado regularmente en contacto”.

Codelco busca acelerar Maricunga. En esta línea, Pacheco estuvo el fin de semana pasado en la zona, con las comunidades, claves para desarrollar cualquier iniciativa. A su turno, Simco dijo que han invertido en dicho salar “cientos de millones” y que en una planta piloto en Tierra Amarilla están desembolsando 20 millones de dólares, para extraer el 99% del litio contenido en la salmuera.

“Simco está lista para iniciar la construcción de la planta a escala comercial, la cual espera terminar a fines de 2025”. Y acaba de firmar un acuerdo de suministro con las firmas japonesas Panasonic y Chori para una planta de hidróxido grado de batería, que también estará lista en 2025.

El abogado y académico Carlos Claussen explicó que las pertenencias que tienen ambas empresas privadas son previas a 1979, cuando se decretó al litio como mineral no concesible, y no le dan derecho a extraer este mineral porque se constituyeron por los llamados “minerales no metálicos”, que nunca dieron derecho a sus respectivos titulares a explotar sustancias metálicas, entre ellas, el litio.

A su juicio, para cambiar eso y que estas compañías puedan operar requeriría una ley interpretativa de parte del Congreso o que los tribunales fallaran consistentemente. Claussen señaló que “no existe ninguna sentencia que haya resuelto este asunto”.

Al respecto, Simco sostuvo que las pertenencias en el salar “han sido reconocidas por el Estado de Chile en todas sus sedes: de acuerdo con lo que establece la ley, en sucesivos actos administrativos y en sentencias del Poder Judicial. Salar Blanco, por su lado, ha contabilizado ocho sentencias judiciales en distintos tribunales, que les dan la razón. Sin embargo, la disputa con Codelco sigue. Codelco tiene otro frente en el litio: las tratativas con SQM. Al respecto, Pacheco señaló que “es una negociación que está en desarrollo”.

Fuente: EL ECONOMISTA