Los carteles mexicanos han expandido su red de operaciones ilícitas al sector minero, invirtiendo en la explotación de minas de oro en Michoacán y Nayarit como una estrategia para lavar dinero y aumentar el patrimonio de sus líderes.
A pesar de que Michoacán ocupa el lugar 17 en producción nacional de oro, con una extracción anual de 27 kilogramos, el estado cuenta con un potencial minero sin explotar, principalmente en depósitos de oro orogénico, de acuerdo con información oficial.
Las principales zonas auríferas donde se presume se ha incursionado son:
- San Diego Curucupaceo-Tumbiscatío, donde se han extraído oro y plata, aunque en pequeña escala.
- Aquila-Las Truchas, que cuenta con yacimientos de hierro y cobre con presencia de oro, aunque sin estudios detallados sobre su explotación.
- El Ahijadero-Los Pozos (Arteaga), donde existen minas en desuso o con exploración limitada.
- El Baztán (Huetamo), con depósitos de oro, hierro y cobre.
- Tlalpujahua, una de las regiones con mayor historia minera en Michoacán, con depósitos de oro y plata en cuarzo.
Las investigaciones de las autoridades apuntan a grupos de la delincuencia financian la explotación directa de minas, además de la compra concesiones mineras mediante terceros.
Con información de Anayeli Tapia Sandoval.
Fuente: Infobae.