Arabia Saudita ha anunciado una ambicioso empresa conjunta (JV) entre Aramco, la petrolera más grande del mundo, y Ma'aden, la compañía minera estatal, en un paso clave para consolidar su dominio en la extracción de minerales estratégicos como el litio.
Esta alianza busca explotar depósitos de litio de alta concentración mediante tecnologías de extracción directa innovadoras y económicas. Las empresas proyectan que la producción comercial de litio comenzará en 2027, impulsando significativamente la capacidad de Arabia Saudita para abastecer la creciente demanda global.
Visión 2030 y minería sustentable
El proyecto forma parte de la Visión 2030, el plan estratégico del reino para diversificar su economía y reducir la dependencia del petróleo. Con un estimado de $2.5 billones en recursos minerales sin explotar, el país apunta a elevar la contribución del sector minero al PIB de $17 mil millones a $64 mil millones para finales de la década.
El presidente de exploración y producción de Aramco, Nasser al-Naimi, destacó que esta JV no solo cubrirá la demanda interna de litio, que se proyecta multiplicar por 20 entre 2024 y 2030, sino que también contribuirá al mercado global.
Inversiones internacionales y descubrimientos estratégicos
Arabia Saudita ha intensificado sus inversiones a través de Manara Minerals, un fondo conjunto de Ma'aden y el Fondo de Inversión Pública (PIF), que ha adquirido activos clave como el 10% de Vale Base Metals y busca nuevas participaciones en proyectos internacionales como la mina Reko Diq en Pakistán.
Además, Ma'aden anunció el descubrimiento de importantes depósitos de oro y cobre en el Escudo Árabe, fortaleciendo aún más la prospectiva minera del reino.
Hacia la transición energética
El país también está desarrollando un centro de fabricación de vehículos eléctricos en la Ciudad Económica Rey Abdullah, en línea con sus objetivos de sostenibilidad. Este enfoque en minerales de transición, como el litio, cobalto y níquel, es clave para apoyar la producción de baterías de vehículos eléctricos y energías renovables.
Con este paso, Arabia Saudita no solo fortalece su liderazgo en minería, sino que también se posiciona como un actor central en la transición energética global.